¡Hola a todos mis «perseguidores»!
Como ya viene siendo habitual en mi blog, llegado el fin de curso 2020-2021 me tomo un descanso para poder dedicar tiempo a la familia y a descansar. Este año con más ganas que nunca, las vacaciones vienen para llevarse una etapa dura, complicada y cuanto menos rara.
En este post quiero expresar lo que ha supuesto para mi esta época que nos ha tocado vivir. Va a ser algo diferente, pero creo que lo necesito y quiero de esta forma agradeceros que, a pesar de todo, habéis seguido ahí apoyando quincenalmente este humilde blog.
El verano pasado nos dejó una esperanza de que esta maldita pandemia podía ir superándose poco a poco pero no nos podíamos imaginar que la cosa iba a ponerse complicada con el comienzo del curso y la llegada del frío. La incertidumbre de los colegios que vivían épocas complicadas sin apenas medios para afrontar la situación que se les avecinaba, muchos negocios que no sabían si iban a sobrevivir a esta nueva ola, y los hospitales que volvían a empezar a vivir de nuevo la subida de ingresos, hacía de esta nueva etapa algo que nos generaba mucha incertidumbre.
En mi caso, y tengo que seros muy sincera, dudé si comenzar de nuevo a escribir en el blog. Quien me conoce lo sabe porque fue un debate interno que expresé a mis más allegados. Me parecía que en estos momentos el hablar de moda, asesoramiento, o algo que tuviera que ver con este mundo, me parecía una superficialidad. Quiero dejar claro que yo no pienso así para nada sobre la moda; para mi es una forma de expresión y es algo que me ayuda a sentirme mejor y creo que es una herramienta que sabiéndola utilizar, puede ser muy poderosa y terapéutica.
Al final me animé y puntualmente he pasado por aquí dejando lo mejor de mí para poder llevaros un rayo de luz y de ilusión y, por qué no, para ayudaros a evadiros de una situación poco agradable. Muchos han sido los posts que he escrito y que os han gustado mucho como el que os hablaba de cómo llevar vuestro vestido midi en invierno, o el dedicado a los jeans tendencia según siluetas, etc…
De una forma más personal, el curso 2020-2021 ha sido un año duro. Sabéis que en mi día a día soy fisioterapeuta y trabajo en un hospital. Os podéis hacer una idea de cómo se ha vivido todo esto en este entorno. Ha cambiado la forma de trabajar, el estado de ánimo de muchos compañeros, incluido el de una misma, la actitud de los pacientes a la hora de tener que ir a un hospital a realizar un tratamiento, etc…todo esto conllevaba un desgaste no tanto físico como psicológico difícil de sobrellevar.
En casa también el ambiente era complicado, con dos peques en casa. Una pequeñita y otro que se ha convertido en todo un hombrecito en pleno confinamiento. Situación dura porque para ellos también ha supuesto un aislamiento social muy difícil de llevar en esas edades. El esfuerzo ha sido constante para mantener la alegría y la esperanza de que todo va a pasar.
Tengo que decir que me he apoyado muchísimo en el deporte y en la alimentación saludable para mantenerme fuerte. He descubierto un aliado en mi entrenamiento diario para despejar cuerpo y mente. Llevo años haciendo distintos tipos de deporte, pero nunca había sentido lo que todo el mundo comenta, que al final engancha y se convierte en un estilo de vida. Finalmente una de las cosas de las que sí tengo que dar las gracias en este curso, ha sido precisamente esa, hacer del deporte mi mejor amigo para sentirme bien.
En cuanto a la alimentación, los que seguís en redes habéis conocido mis famosos batchcooking de los domingos, siempre inspirada en muchas cuentas que tienen mucha experiencia en este tema. Realizar esta planificación durante el fin de semana de los menús semanales me ha ayudado a no tener esa preocupación diaria y a alimentarnos todos (y digo todos porque mis niños se han conseguido habituar a todo tipo de alimentos saludables) de una forma súper sana.
Esto ha conseguido que esté en paz conmigo misma, y a admitir cuales son mis limitaciones y que hay que aceptarse cada uno con su cuerpo mientras estés sana por dentro. Aún me queda mucho por hacer, pero no decaigo; lo mejor es que ya no me castigo, que si un día me pide el cuerpo descansar lo hago, y si me apetece comer un caprichito de vez en cuando no pasa nada; es un camino largo y hay que ser constante.
Y, por fin, llegó el momento de la ansiada vacuna, y con ella la tranquilidad de poder juntarnos con los nuestros, de volver a disfrutar de familia y amigos. Esto nos abre de nuevo las puertas a un verano más relajado. Así que os invito a vivir, poco más se puede decir.
Besitos y hasta el curso que viene
XOXOXOXOXO